Cualquier combustible es peligroso si no se sabe manejar o almacenar, la gasolina y el gas LP o gas natural son combustibles con los cuales se deben tener medidas de seguridad máximas debido a su alto grado de combustión a la primera chispa o fuente de calor.
El diésel es un combustible que se puede considerar seguro ya que solo es inflamable cuando existe una alta presión y alta temperatura, por lo cual es muy seguro de trasportar y almacenar, el operador de la planta de luz puede suministrar combustible aunque el generador eléctrico se encuentre operando.
Otra ventaja de los generadores a diésel, es que comparándolos con los generadores de gas o gasolina, son más eficientes, porque producen más trabajo mecánico por cada litro de combustible. En general, los generadores que usan gasolina aprovechan del 22 al 24% de la energía consumida, mientras que en los motores diésel el aprovechamiento es del 35%.